La deuda exterior de Latinoamérica se ha vuelto cada vez más dificultoso, no fácilmente soluble
frente a las nuevas modalidades de la actividad bancaria internacional, es
porque su tendencia en el curso de los últimos diez años agravada por un
comportamiento recesivo del capitalismo en escala mundial no ha tenido un
tratamiento concertado razonablemente sobre fórmulas de reciprocidad y
mecanismos de compensación multilateral.
La exportación de capitales, por
medio de transferencias de recursos que proporcionan valores superiores de
retorno, como expediente para resolver o atenuar las crisis de
desproporcionalidad y sobreproducción que afectan a las economías de los países
capitalistas dominantes por efecto de la anarquía que se desborda en su etapa de
expansión productiva.
Los bancos comerciales están
además en ventaja de establecer cláusulas de penalidad para ejercer presiones
sobre los países prestatarios en virtud de los vencimientos de los créditos que
les confieren a plazos relativamente cortos.
Se crea así una situación restrictiva
que hace más gravosa la carga del servicio de la deuda, motivando que los
gobiernos de los países endeudados, para atender las onerosas condiciones impuestas
por la banca internacional acreedora, adopten una política económica de perfil
restriccionista y desalienten aquellos costos sociales del desarrollo que más
inciden en el balance negativo de sus pagos internacionales.
1 comentarios:
A las 5 de julio de 2013, 9:10 , Nadia ha dicho...
Ya es común la expresión : "nacemos endeudados",que resume en apenas un par de palabras una carga semántica contundente de lo que está pasando en Venezuela en materia de indicadores de Desarrollo. Si bien es cierto que el endeudamiento externo es un mecanismo válido para que los países alcancen objetivos macro-económicos no es menos certero afirmar que si accedemos a estos extras financiamientos con organismos internacionales estaremos en posibilidad de caer en un grave déficit si esta estrategia financiera no viene acompañada de una política enmarcada en un Plan Nacional que fomente el crecimiento económico sin perjuicio de los planes que atiendan las necesidades sociales en países como el nuestro,donde grandes estratos de la población están en situación de precariedad y de pobreza.Para que estas políticas no fracasen o que el "control de daños" puedan ser absorbidos por el Estado se debe invitar al concurso de todos los agentes y/o medios de producción acompañado de un marco legal y un clima de paz,de lo contrario,estaremos condenados al fracaso.
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